Al hilo del pasaje del Evangelio del encuentro de Jesús con los dos discípulos en el camino a Emaús, el autor va comentando las incidencias que puede encontrar una persona que tiene vida interior, se dedica a los demás o tiene un compromiso cristiano en esa larga etapa de la vida que es la madurez: momentos de aburrimiento, cansancio, desaliento, la enfermedad, la constatación de la propia mediocridad, etc. Una amplia posibilidad de sucesos que tienen gran repercusión en el alma y que piden un volver a mirarlos con fe, precisamente una segunda conversión, para renovar la propia entrega a Dios o el proyecto cristiano que se tenga. La ágil y agradable pluma de Damián Fernández Pedemonte va desgranando ese pasaje del Evangelio y nos ofrece muchas veces soluciones para esos avatares de la vida cristiana, otras que cambiemos el punto de vista o, al menos, que no se dramatice. Pero siempre aporta lo más importante, el encuentro con Jesús en todos esos momentos que quizá se valoran negativamente. Si a eso se añade la simpatía del comentario, del giro o de la anécdota, entonces hemos encontrado un buen libro que vale la pena leer y meditar. Dirigido a todos los públicos, siempre que tengan algo de experiencia cristiana.